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En-gadi


En-gadi – Un Oasis en el Desierto
En-gadi (En-Gedi) es un oasis inesperado y refrescante justo encima del Mar Muerto en Israel. Es uno de esos lugares bíblicos cuya autenticidad sólo podría ser cuestionada bajo las más extrañas circunstancias. O, como lo expresó un erudito: "Si el En-gadi de hoy no es el sitio bíblico -- tendría que haber otro lugar exactamente igual."


En-gadi – El Mar Muerto en Israe
En-gadi, junto a la orilla occidental del Mar Muerto, aproximadamente a 396 metros bajo el nivel del mar, escondido en el Desierto de Judea y rodeado de un paisaje lunar desolado, con menos de 100 milímetros de lluvia por año y temperaturas por encima de los 38 grados centígrados en los meses de verano -- no hay nada que se le parezca.

Un visitante de Escocia, allá a comienzos del siglo XX, llegó aquí a caballo y quedó tan abrumado que escribió estas palabras:

    "Quien haya estado en En-gadi teme exagerar su fecundidad con aquellos que no han ido. El oasis estalla delante de él en una de las regiones más secas y más envenenadas de nuestro planeta. Ha cabalgado a través [del Desierto de Judea], siete horas sin un manantial, tres casi sin ver un arbusto, cuando de repente, a la orilla de un precipicio, 122 metros más abajo, ve un río de verdor brotando de la roca . . . . O ha venido por la costa, a través de olores sulfurosos, con el amargo mar a un lado, los riscos del desierto en el otro, y un sol llameante arriba, cuando al doblar un recodo de los riscos ve el amplio abanico de verdor abrirse e inclinarse delante de él . . . . [El] agua, extraña y repentina, con la euforia del paisaje del mar, produce las más abundantes impresiones de este oasis, y tienta a exagerar su fecundidad. El más entusiasta, sin embargo, no podría exagerar su utilidad como refugio, puesto que yace al fondo de un extenso desierto, y es suficiente grande para preservar a un ejército."
Esta clase de contraste, y el valor vivificador y salvavidas de un lugar como En-gadi, es precisamente el tipo de cosas que usted esperaría encontrar en la Biblia. Y de hecho lo encontramos.


En-gadi – Los Relatos Bíblicos
En-gadi, y el área a su alrededor, es realmente conocido en la Biblia por dos nombres diferentes. Además de En Gedi, que significa "Manantial del Cabritillo," también es llamado Hazazon Tamar, el cual obtenemos de una conexión en Segunda de Crónicas 20. Antes que los israelitas recibieran esta área junto con el resto de la tierra como herencia del Señor, los cananeos y los temidos amorreos vivieron aquí, o en algún lugar cercano. Nunca fue una metrópoli, como puede adivinarse por su remota ubicación -- pero fue una parada de agua conveniente para viajeros que querían acortar su viaje, o para pastores que debían mantener vivos a sus animales. Y fue lo suficientemente importante en la antigüedad como para ser mencionada en la lista de ciudades conquistadas por la alianza de cinco reyes que, a su vez, fueron derrotados por Abraham cuando rescató a su sobrino Lot.


En-gadi – David y Saúl
En-gadi es más conocida probablemente como el lugar donde David se ocultó de las intenciones asesinas del Rey Saúl – y donde David perdonó la vida de Saúl, en un episodio que estoy seguro que Saúl no quiso que se repitiera. He aquí el relato del libro de 1ra de Samuel:

    Cuando Saul volvió de perseguir a los filisteos, le dieron aviso, diciendo: "He aquí David está en el desierto de En-gadi." Y tomando Saúl tres mil hombres escogidos de todo Israel, fue en busca de David y de sus hombres, por las cumbres de los peñascos de las cabras monteses. Y cuando llegó a un redil de ovejas en el camino, donde había una cueva, entró Saúl en ella para cubrir sus pies. Y David y sus hombres estaban sentados en los rincones de la cueva. Entonces los hombres de David le dijeron: "He aquí el día de que te dijo Jehová: 'He aquí que entrego a tu enemigo en tu mano, y harás con él como te pareciere.'" Y se levantó David, y calladamente cortó la orilla del manto de Saúl. Después de esto se turbó el corazón de David, porque había cortado la orilla del manto de Saúl. Y dijo a sus hombres: "Jehová me guarde hacer tal cosa a mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová." Así reprimió David a sus hombres con palabras y no les permitió que se levantasen contra Saúl. Y Saúl, saliendo de la cueva, siguió su camino. (1a de Samuel 24:1-7)
¡Qué vergüenza! Saúl entra a una de las cuevas de En-gadi para aliviarse, y da la casualidad que es en la que David y sus hombres se están ocultando. ¿Y en vez de matar a Saúl, David corta parte del manto de Saúl -- y después se siente culpable por haberlo hecho? Nadie podría inventar esto. El resultado de esta historia es que aunque David demostró su falta de malas intenciones hacia Saúl, sólo un par de capítulos más adelante, Saúl regresa a su pasatiempo preferido -- tratar de encontrar y matar a David. Pero al menos por un tiempo, esta fortaleza en el Desierto de En-gadi fue la salvación de David.


En-gadi – Una Imagen de Dios como nuestra Roca y Fortaleza
Cuando usted está en En-gadi y observa su perfecta ubicación defensiva, sin ninguna vía de acceso viable desde ninguna dirección, excepto desde el Mar Muerto, su suministro interminable de agua, sus mini-fortalezas rocosas naturales, y su conveniencia esencial para David durante sus años huyendo de Saul, podemos empezar a comprender mejor parte de la terminología que utilizó David en los Salmos.

El Salmo 18 comienza: "Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en Él confiaré; Mi escudo y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio." Palabras suficientemente poderosas de por sí, pero cuando usted está en En-gadi, significan muchísimo más.

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Cortesía de Tito y nuestros amigos de Drive Thru History. Derechos de autor 2010 - Todos los derechos reservados en el original.



¿Tú qué piensas?
Todos hemos pecado y merecemos el juicio de Dios. Dios, el Padre, envió a Su único Hijo para cumplir ese juicio por aquellos que creen en él. Jesús, el creador y eterno Hijo de Dios, quien vivió una vida sin pecado, nos ama tanto que murió por nuestros pecados, tomando el castigo que merecíamos, fue sepultado, y levantó de la muerte como lo dice la Biblia. Si de verdad crees y confías de corazón en esto, recibe a Jesús como tu Salvador, declarando: "Jesús es Señor," serás salvado del juicio y podrás pasar la eternidad con Dios en el cielo.

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Sí, hoy he decidido seguir a Jesús

Ya soy seguidor de Jesus

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