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Monte Sinaí


Monte Sinaí – Las Ubicaciones Tradicionales
El Monte Sinaí tradicional (también conocido como Monte Musa) se encuentra en el extremo sur de la Península de Sinaí, elevándose a 2.133 metros. Cerca se encuentran el Monte Catalina, la montaña más alta de la región, a 2.438 metros, y el Monte Serbal, con una elevación de 1.828 metros. Un popular sitio turístico y de peregrinaje, debido a su supuesta relación con la historia bíblica, el Monte Sinaí en la tradición "reciente" ha sido considerado como una montaña en el extremo sur de la Península de Sinaí, basándose en creencias establecidas mucho después de que fuera escrito el Antiguo Testamento. Originalmente, en el Monte Serbal fue establecido un monasterio en el siglo IV d.C., luego fue trasladado al cercano Monte Catalina, en el siglo VI, de acuerdo a los escritos de Josefo Flavio que afirman que el Monte Sinaí era la montaña más alta en el área. El adyacente Monte Moisés, el sitio popular actual y ubicación favorecida en la tradición beduina y el Corán, fue supuestamente escogido por Helena de Constantinopla, madre del Emperador Constantino el Grande, alrededor del 330 d.C. La peregrina Egeria (también llamada Aetheria o Arteria), quien viajó por la Tierra Santa alrededor del 381-384 d.C., también creía que el Monte Musa (Monte Moisés) era el Monte Sinaí.


Monte Sinaí – La Controversia de la Ubicación
A pesar de lo variado de esta tradición con respecto a la ubicación del Monte Sinaí, no existe ninguna evidencia arqueológica ni ninguna evidencia textual antigua definitiva a favor de alguna de estas ubicaciones. Como tal, la ubicación precisa del Monte. Sinaí es sumamente discutida. Recientemente, académicos han discutido a favor de variadas ubicaciones del verdadero Monte Sinaí, siendo dos áreas, al noroeste de la Península de Sinaí, y al noroeste de Arabia Saudita, las ubicaciones alternativas más populares. El razonamiento para ubicar al Monte. Sinaí en el noroeste de Arabia Saudita proviene de los escritos del apóstol Pablo en Gálatas 4:25, los cuales dicen: "Porque Agar es el Monte Sinaí en Arabia" y el hecho de que existen montañas volcánicas para explicar el fuego y la gloria de Dios en Arabia Saudita, pero no en la Península de Sinaí. El problema más obvio con esto, es la equivocada asociación de la provincia romana de Arabia Pétrea del primer siglo, la cual abarcaba toda la Península de Sinaí, además de Jordania, el sur de Siria, el Negev, y una pequeña parte del noroeste de Arabia Saudita. Ubicar la montaña en el noreste de Sinaí está relacionado con las referencias al Monte Seir y a Edom en el noreste de Sinaí y suroeste de Israel asociados con el Monte Sinaí, y al tiempo de viaje desde la montaña a Cades-barnea, situada en el noreste de Sinaí. Debates sobre la velocidad de viaje de los israelitas durante el peregrinaje en el desierto han complicado el asunto.


Monte Sinaí – Moisés y los Diez Mandamientos
El Monte Sinaí fue el sitio donde los israelitas acamparon mientras Moisés subió a la montaña para recibir los Diez Mandamientos de Dios. Eventualmente, toda la Ley de Moisés fue dada, formando un código de leyes detallado para la nación de Israel. Interesantemente, muchos componentes del código de ley mosaica son semejantes a los de la Edad de Bronce Tardía encontrados en otras antiguas sociedades del Cercano Oriente, y marcadamente diferentes al estilo de códigos de ley y costumbres encontradas en la previa Edad de Bronce Media en la que encaja el periodo patriarcal, y posterior Edad de Hierro, en la que encaja el período de la monarquía israelita.


Monte Sinaí – Códice Sinaítico
Probablemente el descubrimiento más significativo en esta área del sur del Monte Sinaí ocurrió en el siglo XIX, en el Monasterio de Santa Catalina. A mediados de los años 1800, un erudito bíblico alemán, llamado Constantin von Tischendorf, visitó el monasterio y notó algunos antiguos manuscritos de la Septuaginta, la traducción griega del Antiguo Testamento, parte de la cual se le permitió llevar a Alemania. En uno de sus viajes de regreso, los monjes le mostraron el Códice Sinaítico, una Biblia completa del siglo IV escrita en caligrafía uncial griega, conteniendo toda la Septuaginta y todo el Nuevo Testamento Griego. La caligrafía uncial utiliza todas las letras en mayúsculas sin espacios entre las palabras, pero cayó en desuso alrededor del siglo IX. El Sinaítico es especialmente significativo porque contiene el Nuevo Testamento Griego completo más antiguo. Dice la historia que en la primera visita de Tischendorf al monasterio, encontró algunos antiguos manuscritos griegos de la Septuaginta en un basurero, listos para ser quemados. Más tarde, en un viaje de regreso, le fue permitido acceso al Códice Sinaítico, el cual había sido preservado en la biblioteca monástica y estaba en excelente condición. Él convenció a los monjes para que enviaran el códice a San Petersburgo, donde permaneció hasta 1933, cuando los soviéticos lo vendieron al Museo Británico por 100.000 libras. La mayor parte del texto ahora reside en la Biblioteca Británica, donde está en exhibición, y también se ha puesto a disposición una versión digital de cada página para el acceso de todos. El descubrimiento de este y otros antiguos manuscritos griegos del Nuevo Testamento incitaron la investigación de una disciplina llamada crítica textual del Nuevo Testamento, la cual busca descubrir las palabras exactas de los manuscritos originales, comparando las diferencias a través de manuscritos de acuerdo al orden de las palabras, ortografía, gramática, y a palabras y frases añadidas o substraídas. Esta disciplina ha revelado hasta ahora que nuestro Nuevo Testamento griego actual es más exacto y confiable que cualquier otro documento antiguo, y han sido descubiertos fragmentos fechados dentro de los 100 años de la composición original—hallazgos sin precedentes, en comparación con otros textos antiguos.

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Cortesía de Tito y nuestros amigos de Drive Thru History. Derechos de autor 2010 - Todos los derechos reservados en el original.



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Todos hemos pecado y merecemos el juicio de Dios. Dios, el Padre, envió a Su único Hijo para cumplir ese juicio por aquellos que creen en él. Jesús, el creador y eterno Hijo de Dios, quien vivió una vida sin pecado, nos ama tanto que murió por nuestros pecados, tomando el castigo que merecíamos, fue sepultado, y levantó de la muerte como lo dice la Biblia. Si de verdad crees y confías de corazón en esto, recibe a Jesús como tu Salvador, declarando: "Jesús es Señor," serás salvado del juicio y podrás pasar la eternidad con Dios en el cielo.

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